Desde el punto de vista tecnológico, la implementación de un proyecto de Licencia Médica Electrónica es compleja, pues require de múltiples esfuerzos. Uno de ellos es, según César Galindo, board member del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) y académico de la Universidad de Valparaíso, la definición adecuada de la arquitectura.
“Ésta tiene que ser suficientemente sólida en términos de seguridad y del formato en que se intercambian los datos, a fin de salvaguardar los elementos que la ley chilena exige, incluyendo la seguridad (como el tema de las firmas) y la confidencialidad de la información”, explica.
“Uno tiende a pensar que es apropiado utilizar estándares que sean usados y reconocidos a nivel internacional, de modo que todos los actores comuniquen información en el mismo ‘formato’. Hoy en día, se perfila como interesante el denominado FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources), que entrega múltiples ventajas para poder generar el intercambio de información en procesos como licencias médicas, debido a que presenta fortalezas en aspectos de consentimiento informado y eventualmente podría engancharse con los sistemas de firma avanzada”, detalla César Galindo.
Fuente: LT Pulso.
