In Opinión
Por: Por Alfredo Almerares
Physician Executive de InterSystems
Máster en Informática Médica, Universidad de la Salud y Ciencias de Oregón

Recibimos la noticia de que Chile, después de varios intentos y con mucho esfuerzo, se incorporaría a la comunidad de naciones miembros de HL7, lo que sin duda resulta -en una sola palabra- necesario, si es que pretendemos aspirar a los diversos beneficios de la informatización en salud.

Los que trabajamos en el desarrollo y aplicación de las tecnologías de información en salud, no lo hacemos por simple amor a lo tecnológico o por terquedad en el uso de nuevas herramientas, lo hacemos con conciencia del potencial que brindan en mejorar la calidad asistencial, apoyar la coordinación de cuidados, reducir los costos y mejorar la experiencia de los pacientes.

El tiempo y la experiencia (propia y ajena) nos enseña que no debemos persistir en la implantación de tecnología sin foco en lo que la hace realmente útil. Y este es precisamente el hito fundamental que aborda HL7, abarcando el ciclo de vida completo de una especificación de estándares para interoperabilidad entre sistemas, que incluye el desarrollo, la adopción, el reconocimiento del mercado, la utilización y el cumplimiento de estos.

Con la incorporación de Chile a HL7, podemos aspirar a formar parte de una comunidad global colaborativa. Generar espacios, compartiendo, aprendiendo y evolucionando en el desarrollo de estándares y sus especificaciones necesarias para lograr el efectivo intercambio de información clínica entre organizaciones de salud que utilizan tecnologías diferentes. También garantizando la continuidad del trabajo asistencial y liberando en Chile el potencial de lo mucho que se viene haciendo en materia implementación de tecnologías de comunicación e información en salud.

El sentido común obliga a volver a lo fundamental, entender las expectativas, observar las necesidades, darle continuidad a los esfuerzos que se están realizando con el liderazgo del CENS y trabajar coordinadamente para la necesaria aplicación de estándares en salud.

Hacer que el cuidado de los pacientes sea más seguro, que la investigación clínica sea más efectiva, que los sistemas que desarrollamos sean más intuitivos y que pagar por la atención médica sea menos costoso requiere el máximo esfuerzo de todos los actores del área. Si nos esforzamos lo suficiente, obtendremos lo que necesitan y lo que se merecen los prestadores y los ciudadanos de Chile.

Sin duda, haber instalado el capítulo chileno de HL7 es la estrategia correcta. El norte en interoperabilidad ha sido marcado, estar convencidos en la dirección y difundir la importancia de la aplicación de estándares es fundamental, lo critico ahora será trabajar en lo operativo para llegar al resultado esperado por todos.