In Opinión
Por: Camilo Erazo, gerente general de CENS.
 

La salud es distinta a otros sectores, y presenta mayores barreras para incorporar la innovación de forma activa, útil y segura. Además de requerir de la coordinación entre la industria, prestadores, Estado y academia, los emprendedores en salud deben enfrentar estos desafíos:

  1. Los procesos clínicos son complejos, con alta variabilidad en la información y en los  procesos de acuerdo al contexto. Esto requiere probar soluciones en distintos lugares.
  2. Las soluciones innovadoras deben demostrar beneficios clínicos sin aumentar el riesgo para pacientes. A diferencia de otras industrias, ¡no es suficiente con tener usuarios satisfechos!
  3. La innovación en salud debe ser incorporada en la continuidad de los procesos clínicos habituales. Es decir, hay que hacer cosas nuevas SIN reemplazar lo antiguo, hasta no estar seguro de su efectividad.

¿Cómo sortear estas exigencias? La capacitación en los mejores estándares internacionales disponibles,  sumada a un potente esfuerzo en la generación de redes de contacto y acceso a centros de pilotaje permitirá, entre otros beneficios, contar con un conjunto de aplicaciones que, conectadas con los registros clínicos electrónicos, ofrezcan más y mejores soluciones a los prestadores del sistema de salud chileno para mejorar la  atención a los pacientes. Este es el futuro que te invitamos a construir.

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